El 13 de mayo de 1993, una imagen catapultaba a Nicolás Sarkozy como el héroe del momento: llevaba en brazos a un niño sobreviviente de una toma de rehenes en una escuela de la ciudad de Neuilly Sur Seine, donde fue alcalde por casi 20 años. Muchos le criticaron por ejercer el llamado “oportunismo mediático” pero -queriendo o no- le funcionó: fue el impulso perfecto para un político que, a pesar de sus escasos 33 años, tenía ya aspiraciones presidenciales.
Nicolas Sarkozy nació en París el 28 de enero de 1955 y proviene de raíces mixtas: húngaras por parte de padre, y griegas-judías y francesas por parte de madre. Una mezcla rara que, al principio, no calaba en las esferas de la élite social francesa. El joven Nicolás pudo remontar la cuesta con educación: se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad París X de Nanterre y cursó estudios en Sciences Po, el Instituto de Ciencias Políticas de París.
Tras la imagen del niño en brazos, Sarkozy fue escalando puestos ministeriales: ministro del Presupuesto, portavoz del Gobierno, ministro del Interior. En 2004, fue nombrado ministro de Estado, ministro de Economía, Finanzas e Industria. Y finalmente, al ser electo presidente del partido Union pour un Mouvement Populaire (UMP) en 2004, abandonó el Gobierno.
En mayo de 2007 fue elegido presidente, enfrentando la crisis financiera mundial y la crisis de la deuda europea. Su estilo era considerado “hiperpresidencialista”, muy mediático, cercano a los empresarios y con mucho énfasis en la seguridad y las fronteras.
En el ámbito personal, la vida de Sarkozy también ha sido turbulenta. Tiene cuatro hijos de tres esposas, en historias que han alimentado la prensa rosa copiosamente. En 1982 contrajo matrimonio con Marie-Dominique Culioli, con quien tuvo dos hijos, Pierre y Jean. Catorce años después, se divorciaría para casarse rápidamente con Cecilia Ciganer Albéniz, nieta del jugador del Real Madrid, Alfonso Albéniz y bisnieta del compositor español Isaac Albéniz. De esa unión nació Louis en 1997, quizás el hijo más cercano a Nicolás Sarkozy y definitivamente el más mediático. De hecho, Louis se perfila como candidato a la ciudad de Menton en las elecciones municipales de marzo de 2026.
Pero definitivamente, los ríos de tinta llegaron a la prensa con el sonado divorcio de Nicolás Sarkozy en 2007, en pleno ejercicio de la presidencia. Los rumores de infidelidades de ambas partes estaban a la orden del día. Un año después y siempre bajo el estatus de mandatario, Sarkozy firmaba el acta de matrimonio con su tercera esposa: Carla Bruni, cantante, modelo y socialité consagrada. La ceremonia se realizó -por primera vez en la historia de Francia- en el Palacio del Elíseo, en una ocasión más bien discreta y de la que se conoce una sola foto. Por supuesto, la imagen de Sarkozy se vio salpicada de purpurina y glamour, lo cual. le restó seriedad a los ojos de los franceses que comenzaron a ver con recelo su nueva categoría de “celebrité”. Poco después, en 2011, nacía su cuarta hija, Giulia.
Desde que dejó la presidencia en 2012, Sarkozy se ha visto involucrado en múltiples investigaciones judiciales. En 2021, Sarkozy fue condenado a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias. Meses más tarde, fue condenado igualmente por el caso Bygmalión, en el que su equipo de campaña montaba un sistema de facturas falsas que le permitió gastar casi el doble del límite legal autorizado.
Pero el golpe final llegó en septiembre de 2025, cuando los tribunales lo sentenciaron a cinco años de prisión por el delito de asociación para delinquir, en el marco de la acusación de financiación ilegal del presidente libio, Muammar Gaddafi, para su campaña presidencial de 2007. El 21 de octubre de 2025, Sarkozy ingresó en la prisión parisina de La Santé, convirtiéndose en el primer expresidente de Francia en ser encarcelado.
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