La crecida de migrantes que intentan cruzar de México a Estados Unidos afecta colateralmente el flujo de comercio binacional. El drama humano tiene también un reverso económico.
Las empresas de ferrocarriles se han visto obligados a frenar sus rutas para evitar que más inmigrantes monten sobre los carros, mientras que las autoridades han optado por cerrar aduanas en Chihuahua, obstaculizando el ingreso y salida de miles de camiones repletos de mercancías.
Las cámaras empresariales del país ya han estimado que la reciente crisis migratoria, que lleva menos de una semana, ha costado más de 1.220 millones de dólares.
La patronal mexicana, Coparmex, advierte de que el cierre temporal de algunos cruces fronterizos con Texas y está ocasionado graves afectaciones a las empresas de todo el país que exportan e importan, y específicamente en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. “Un caso claro es el del Puente de las Américas, que comunica a Ciudad Juárez con El Paso, Texas, en el que se mantienen varados 1.500 camiones de carga.
Las afectaciones a la economía nacional son enormes, tan solo los cierres temporales en el Puente de las Américas, generan pérdidas diarias por 35 millones de dólares al día”, refiere la patronal por escrito.
Ante el creciente número de migrantes intentando cruzar a territorio estadounidense, el Estado de Texas ha endurecido las revisiones aduaneras en la frontera norte y con ello se ha ralentizado el paso de hasta 10.000 de camiones de carga con exportaciones e importaciones.
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