Texas envió tres docenas de migrantes a Los Ángeles cuando la ciudad fue azotada por Hilary, la primera tormenta tropical que tocó el sur de California en 84 años, y provocó precipitaciones e inundaciones récord en partes de la región.
Un autobús estaba lleno con 37 personas, en su mayoría venezolanos, a las 5 p.m. en Brownsville, según una coalición de organizaciones de derechos de los inmigrantes, Cuando Hilary atacó Baja California, México, el domingo, llegó a Los Ángeles a las 6:30 p. m., justo antes de su partida prevista para California ese lunes.
La directora del Immigrant Defenders Law Center, Lindsay Toczylowski, afirmó que el gobernador Greg Abbott actuó de manera “imprudente” al enviar inmigrantes a Los Ángeles durante un huracán que representaba una grave amenaza para sus vidas”.
Según la coalición de grupos, la mayoría de los solicitantes de asilo tienen patrocinadores o familiares en la ciudad. El grupo estaba formado por 16 familias, entre las que había 14 niños y un bebé.
“En lugar de quejarse de que Texas brinda un alivio muy necesario a nuestras comunidades fronterizas invadidas y abrumadas, la alcaldesa Bass debe pedir al presidente Biden que dé un paso al frente y haga su trabajo para asegurar la frontera, algo que sigue sin hacer”, señaló Andrew Mahaleris, portavoz de Abbott.
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